Nuevos CURSOS PARA SOCORRISTAS 2017

Primeros auxilios en caso de traumatismo craneal Es cualquier tipo de traumatismo en el cuero cabelludo, el cráneo o el cerebro. La l...

lunes, 20 de febrero de 2017

Rescate en playas

Durante  verano pueden llegar a ser tan admirados (y deseados) como Mitch Buchannan o C.J., pero a ellos no les basta con ser actores para conseguir el trabajo. Buena preparación física, formación en primeros auxilios y el título oficial de socorrista acuático son formalidades que cumplen todos, pero para convertirse en los ‘vigilantes de la playa’ del ayuntamiento con más banderas azules de España tienen que cumplir el requisito de la excelencia.

Su trabajo empezará el 1 de julio, pero antes toca pasar duras pruebas. Primero, aprobar un examen teórico sobre reanimación cardio-pulmonar, hemorragias, traumatismos, shock, cuadros convulsivos, trastornos por el calor y el frío, intoxicaciones, asfixias y una lista interminable de situaciones con las que se pueden encontrar a diario si consiguen la plaza. Segundo, romper el cronómetro en la simulación de un rescate (o de una reanimación si a lo que aspiran es a ser uno de los seis sanitarios). Luego ya llegará el momento de demostrar en una entrevista personal que son aptos para la realidad que se encuentra en su día a día un auténtico baywatch.

Un buen socorrista tiene cualidades físicas, conocimientos de primeros auxilios y la cabeza muy fría a la hora de hacer un rescate porque tiene que dar todos los pasos, no te puedes comer ninguno», explica José Antonio Folgada, jefe del Servicio Local de Emergencias. Su reto es averiguar quién de los 104 candidatos de entre 20 y 30 años que aspiran a cubrir 60 plazas el próximo verano da el perfil y no se lo pone nada fácil.

Los aspirantes son alertados de que una persona está en el agua y deben acudir a rescatarla. Para ello, deben correr 100 metros por la arena con el material de salvamento, entrar en el agua, nadar 200 metros hasta una boya, cerrar el flopy o brazo de rescate sobre la víctima, recorrer otros 200 metros con ella hasta la orilla y superar otros 100 metros de carrera por la playa para darle el siguiente paso de la asistencia. Ha sido tan sólo un simulacro, pero suficiente para saber quién da la talla.
Los mejores han logrado llevar al supuesto accidentado a la arena en poco más de cinco minuto. Una de ellas ha sido Cristina García, una joven de 22 años que recientemente ha sido seleccionada para el campeonato mundial de salvamento acuático de Cali (Colombia), pero que hasta este verano nunca había optado a un puesto de socorrista porque «siempre tenía algún trabajo relacionado con mis estudios». Este año conseguir un trabajo está bastante fastidiado», pero para ella no es tan inalcanzable como para muchos otros hacerse con un puesto «que para los jóvenes siempre nos da la oportunidad de sacar un dinero durante el verano y mantenernos en forma».

Video cedido por:                  http://www.emergencies-setmil.es/