Nuevos CURSOS PARA SOCORRISTAS 2017

Primeros auxilios en caso de traumatismo craneal Es cualquier tipo de traumatismo en el cuero cabelludo, el cráneo o el cerebro. La l...

miércoles, 4 de abril de 2018

A juicio la muerte de una niña ahogada en la piscina de Ripoll

Cinco empleados de la instalación están acusados por homicidio imprudente

La piscina de Ripoll.

 

La titular del Juzgado de Instrucción 1 de Ripoll (Ripollès) ha enviado a juicio a cuatro monitoras y al director de la piscina municipal de Ripoll por la muerte de una niña de cuatro años que murió ahogada durante un cursillo de natación en mayo de 2017. El auto, que pone fin a la instrucción, ve indicios de “homicidio por imprudencia grave” porque ese día no había “personal haciendo funciones de socorrista ni en la piscina pequeña ni en la grande”, entre otras carencias, y hace responsables civiles de lo ocurrido al Ayuntamiento de Ripoll y al Departamento de Educación. Según el auto, los indicios se desprenden “del atestado e informes periciales de los Mossos, de las declaraciones de los investigados, testificales y del resultado del informe médico forense”.

La pequeña falleció el viernes 19 de mayo de 2017. Ese día, 27 alumnos de P4 de la Escuela Pirineu de Campdevànol fueron a hacer un cursillo de natación a la piscina. Según se describe en el auto, la sesión era de 50 minutos, estaba programada a 10.50 y dividida en dos partes. La primera, de 40 minutos, era de actividades dirigidas por cada monitora a un grupo de niños. Posteriormente, los menores disponían de 10 minutos de juego libre “en los que todos se agrupaban en la piscina pequeña”.

La juez considera acreditado que ese día Eva B.R. tenía asignadas las tareas de socorrista de 09.45 a 11.45 horas, turno que coincidía con el curso. Pero como faltaba una monitora para dar el curso, “pasó a cubrir esta vacante de monitora y no de socorrista”.
Ese día fueron a la piscina 27 niños acompañados por dos profesoras de la escuela y otras dos en prácticas. En la piscina se hicieron cargo de ellos 4 monitoras. “No había personal realizando las labores de socorrista ni en la piscina grande ni en la pequeña”, destaca el auto. Relata la juez que “ninguna monitora ni profesora advirtió la ausencia de la pequeña” hasta que el resto de niños ya se habían puesto los albornoces y se dirigían a los vestuarios. En ese momento una de les profesoras vio un albornoz y unas chanclas en el banco de piedra donde los niños dejaban sus cosas, fue al vestidor a ver si estaba la niña, pero una de las monitoras la encontró flotando en la parte profunda de la piscina pequeña.

“Negligencia grave”

Respecto al director de la piscina, Jordi G.C., el auto concluye que “incurrió en una negligencia grave”. Detalla varias razones, entre ellas que el informe de los Mossos aprecia una “deficiente visibilidad de la parte profunda de la piscina pequeña”. Sumado a que el día de los hechos “no había el personal socorrista” obligatorio en este tipo de instalaciones debiendo incluso reforzar su presencia “cuando se llevan a cabo actividades con niños de tan corta edad que se inician en la natación”. Determina la juez que la situación que se vivió, de falta de una de las monitoras, que hizo pasar a la socorrista a cubrir esta vacante y dejar la piscina sin socorristas, “no fue imprevisible”, porque como mínimo se sabía des del día antes.
Ahora se abre un periodo de 10 días para que Fiscalía y acusaciones particulares decidan si acusan o no y en el caso de hacerlo manden su escrito de acusación

lunes, 12 de marzo de 2018

Socorristas: los ahogamientos de niños son totalmente evitables

Cada una de las cinco muertes de niños por ahogamiento registradas en 2017, todas ellas en piscinas, habrían sido “totalmente evitables” si los adultos hubieran extremado la vigilancia sobre ellos, advierten desde la Federación Española de Salvamento y Socorrismo

  

“El primer consejo es no perderle nunca de vista, bajo ningún concepto. No sólo cuando se está bañando sino cuando está jugando cerca del agua”, subraya Ana Domínguez, Coordinadora de la Comisión de Prevención y Seguridad de la Federación.
Desde el pasado 1 de enero han fallecido ahogados siete menores de edad: dos tenían 17 años y murieron en un puerto y en una playa, y los cinco restantes tenían menos de 4 años y fallecieron en piscinas particulares (2), otros tantos en albercas privadas y una niña en una piscina municipal vigilada.
niños ahogamientos socorristas
¿Y por qué todas estas muertes de niños se han producido en piscinas? Según Ana Domínguez porque en estos recintos acuáticos se crea la “falsa sensación de que son más seguros” que una playa, por lo que se relaja la vigilancia sobre los pequeños.
Entre las principales causas de estos sucesos están los incidentes con hinchables, como flotadores o colchonetas, que se dan la vuelta y causan “ahogamientos muy rápidos en unos pocos segundos” y el niño no es capaz de recuperar la verticalidad, así como “los resbalones con caída al agua”.
Por ello, los expertos en socorrismo y salvamento recomiendan que se cerquen las piscinas particulares poniendo una puerta con seguro y demandan mayor formación en tareas de actuación en casos de emergencia: “los conocimientos de reanimación se deberían adquirir en las escuelas”, apunta Domínguez.
Según los datos de la Federación, hasta el 22 de mayo se han contabilizado 139 ahogamientos en España en piscinas, playas, puertos, ríos, albercas, pantanos, balsas, estanques y otros espacios acuáticos, lo que supone un descenso de un 8,6 % respecto a los 139 que se registraron en el mismo período de 2016.
De ellos, 6 eran menores de edad y la mitad eran menores de 4 años. Estos últimos fallecieron todos en piscinas.

Ahogamientos: los socorristas, socorren y los padres, vigilan

El ministerio de Sanidad ha publicado una guía para familias, en la que bajo el título “Disfruta del agua y evita los riesgos”, aconseja a los menores avisar siempre a sus padres cuando vayan a entrar en el agua o ir siempre acompañados.
La Guía indica que la mayoría de los casos ocurren en el entorno familiar, en bañeras, piscinas hinchables o privadas y alerta de que un bebé pueda ahogarse en tan sólo unos pocos centímetros de profundidad.
Y subraya que la misión del socorrista es el rescate y el salvamento acuático, pero la vigilancia de los menores es una responsabilidad del padre, la madre o el tutor.
Socorrista ahogamientos
Además, el ministerio alerta de la gravedad de los “casi ahogamientos” puesto que algunas de las personas que sobreviven quedan con daños cerebrales permanentes.
Para Jesica Pino, responsable del Informe Nacional de Ahogamientos de la RFESS, es imprescindible que haya una normativa general de piscinas, ya que algunas comunidades autónomas “ni siquiera exigen que haya socorristas en piscinas particulares o en algunas playas”.
Pino es partidaria de que haya socorristas en todas las piscinas, pero, precisa, que en el caso de que no sea posible, habría que poner carteles advirtiendo de los peligros, como sucede en las carreteras.
La Federación también demanda una Ley que unifique las titulaciones de los socorristas porque hay lugares en los que “te dan un título tras hacer un curso on-line sin haber pisado una piscina”.

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martes, 6 de marzo de 2018

El descuido de los padres es la principal causa de ahogo infantil en piscinas

Según explican los expertos, una de las principales causas del ahogo infantil en las piscinas es el descuido de los padres, el año pasado murieron 52 niños ahogados, la mayoría no sabían nadar y además estaban solos, la compañía y vigilancia de un adulto habría evitado el ahogamiento



Riesgos de ahogamiento infantil
Apenas hace un par de semanas que empezó el verano y ya se han contabilizado 10 muertes de menores de seis años por ahogo, en la mayoría de casos se produjo por el descuido de los padres, siendo ésta la principal causa de la lamentable desgracia. Desde muchas organizaciones y asociaciones se advierte encarecidamente que no se debe dejar a los niños solos en ningún momento y hay que vigilarlos continuamente, pues basta un pequeño descuido para que el niño se ahogue. El presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes apunta que es muy importante mantener una vigilancia continua de los menores, apuntando que el descuido de los padres es la principal causa de ahogo infantil en piscinas. Según comentan los socorristas, en sólo 20 segundos si un niño tiene las vías respiratorias dentro del agua ya se está ahogando, lo que muestra el poco tiempo que tienen ellos para actuar. Teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que se están bañando, resulta bastante difícil detectar con rapidez cuando un niño se está ahogando. Los socorristas tienen que estar atentos y ser vigilantes extremos, pero la responsabilidad de cuidar a los menores es de los padres, no es la primera vez que un padre relaja su vigilancia por la presencia de un socorrista, esto es un error.

Un socorrista no es una niñera, es una medida de refuerzo a la supervisión que deben realizar los padres. Los menores de 12 años tienen que estar siempre acompañados de un adulto incluso en piscinas de poca profundidad, nunca se sabe cuándo se puede producir un mareo, un golpe de calor o un resbalón que provoque la caída del menor al agua y corra el riesgo de sufrir un ahogo. Educar a los niños sobre los riesgos del agua es fundamental, también es importante enseñarles a nadar bien desde que son pequeñitos, todas las medidas que se adopten serán de gran utilidad para reducir el riesgo de que se produzca un ahogamiento.
El año pasado murieron ahogados en piscinas 52 niños, la mayoría no sabía nadar y además estaban solos, una temeridad de los padres que los pequeños pagaron con su vida. Merece la pena leer el siguiente decálogo sobre las medidas de seguridad infantil en las piscinas facilitado por la Asociación Nacional de Seguridad Infantil. En él se ofrecen medidas que ayudarán a evitar un accidente, para que los niños puedan disfrutar del sol y el agua con tranquilidad.
1. Vigilancia continua: NO existe sustituto de la supervisión adulta, es necesario realizar una vigilancia estricta y continuada, basta un despiste de unos minutos o confiarse para que se produzca un lamentable accidente. Los adultos deben velar por los niños de forma continuada, esta es una de las principales medidas recomendadas.
2. Norma 10/20: Esta norma alude a que se debe dar un vistazo al niño cada 10 segundos y el adulto debe colocarse a una distancia que no supere los 20 segundos de trayectoria hasta llegar al pequeño.
3. Evaluar riesgos: Dependiendo de la edad, hay que evaluar si un niño es capaz de llegar sólo a la piscina, si es así, hay que utilizar las medidas oportunas para evitar que esto suceda. En algunas piscinas se colocan vallas protectoras que impiden a los niños el acceso. Este tipo de medidas ayudan si los adultos se descuidan y el niño sale al jardín en dirección a la piscina.
4. Niveles de protección: Dependiendo de los riesgos, es interesante instalar las oportunas medidas de seguridad, además de las vallas, se pueden colocar alarmas como la citada al principio.
5. Aprendizaje y educación: Es muy importante que los niños aprendan lo antes posible a flotar y nadar, pero hay que decir que a pesar de ello no se debe bajar la guardia, hay que mantener la vigilancia, hay que tener en cuenta que se puede producir una caída, un golpe, un corte de digestión, un desmayo por el calor, etc.
6. Dispositivos de rescate: Se recomienda tener a mano los equipos de rescate oportunos, un salvavidas o una pértiga y tener siempre preparado un teléfono para poder llamar a los servicios de urgencia en caso de que sea necesario.
7. Orden: Es importante que tras finalizar el periodo de baño, todos los juguetes utilizados se recojan, no debe quedar nada en la piscina que capte la atención de los niños y quieran cogerlo, tampoco tiene que haber juguetes o pelotas cerca de la piscina, ya que pueden terminar en el agua y los niños podrían querer recuperarlos.
8. Drenajes: La revisión y el mantenimiento de estos elementos, así como el alejamiento infantil de las partes mecánicas y de los filtros de la piscina son las mejores medidas preventivas para evitar lesiones o mantenerse sumergidos por la succión sin posibilidad de salir a la superficie. Los adultos deben conocer como desconectar estos dispositivos.
9. Elementos de seguridad: Son algunos accesorios que hemos mencionado, vallas de piscina, alarmas, cubrepiscinas… elementos que evitarán que los niños se acerquen o puedan acceder a la piscina. Los flotadores y salvavidas deben revisarse y deben contar con la certificación comunitaria en materia de seguridad.
10. Emergencias: Como decíamos al principio, sería interesante realizar cursillos de primeros auxilios, tener preparados los números de teléfono de emergencias, policía, ambulancias, etc.
En el caso de que se produzca un accidente por ahogamiento y el niño haya logrado sobreponerse y dar la apariencia de que se encuentra bien, hay que acudir igualmente al centro médico más próximo, ya que existe riesgo de que se produzca un ahogamiento secundario o ahogamiento seco.


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jueves, 1 de marzo de 2018


 

Los ahogamientos son la segunda causa de mortalidad infantil


Niña con sus maguitos aprendiendo a nadar



Los ahogamientos, casi siempre debidos a imprudencias y descuidos de los padres y los niños, son la segunda causa de mortalidad en la población infantil y juvenil, a pesar de que podrían evitarse en un 80% de los casos, según ha destacado el coordinador del Comité de Prevención de Accidentes y Lesiones de la Asociación Española de Pediatría, el doctor Jordi Pou.
Como ha explicado, el mayor porcentaje de ahogamientos se produce en piscinas privadas que, en muchos casos, carecen de las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de los más pequeños.
Pou se lamenta especialmente de que no exista un vallado alrededor de la piscina, que evitaría que los niños pudiesen acceder al agua cuando no hubiera un adulto presente; y es que se calcula que más del 60 por ciento de las piscinas privadas no disponen de un vallado apropiado.
Tampoco hay suficientes socorristas vigilando este tipo de instalaciones, por lo que un menor puede caer al agua sin que nadie lo advierta; así, en el 88% de los incidentes, los padres o adultos responsables de la seguridad del pequeño reconocieron que se habían distraído.
Por ello, el Comité de Prevención de Lesiones ha aconsejado que se enseñe a nadar a los niños lo antes posible; que se extreme el control sobre los menores cuando se encuentren cerca de piscinas u otros lugares donde exista riesgo de ahogamiento; que los niños usen flotadores aunque no se estén bañando, e instalar vallas de protección que impidan acceder al menor al recinto sin la compañía de adultos.
El doctor Pou señala que adoptando estas medidas se podrían evitar tanto las muertes por ahogamiento, como las secuelas neurológicas que corren el riesgo de presentar muchos niños que hayan estado a punto de ahogarse aunque finalmente sobrevivan.
Otras prácticas de riesgo, como deslizarse por toboganes y correr o saltar al borde de la piscina, provocan también un importante número de ahogamientos en el caso de niños más mayores y adolescentes aunque sepan nadar. Estos últimos integran, además, el principal grupo de riesgo cuando se trata de ahogamientos en el mar, sobre todo los relacionados con el consumo de alcohol.

Deportes acuáticos
La práctica de nuevos deportes, sobre todo acuáticos, está también relacionada con el incremento de lesiones en la población infantil
La práctica de nuevos deportes, sobre todo acuáticos, está también relacionada con el incremento de lesiones en la población infantil. Conducir motos acuáticas, practicar windsurfing, o utilizar  piraguas, neumáticos u otros dispositivos hinchables e, incluso, bucear, provocan lesiones graves, que incluyen el ahogamiento, y lesiones músculo-esqueléticas o medulares importantes.
Para proteger a los menores en estas situaciones, Pou recomienda que no se permita la práctica de ciertos deportes hasta los 16 o 18 años, y que, en cualquier caso, se utilicen elementos de flotación y se sigan una normas básicas de seguridad, supervisadas siempre por adultos.
Las lesiones, en general, son la principal causa de mortalidad infantil en Europa a partir del primer año de vida, por encima de otras causas como el cáncer o las enfermedades respiratorias. Estas lesiones son también las responsables de graves secuelas, ya que la cuarta parte de los niños y adolescentes que son ingresados debido a algún accidente padecerán serias secuelas en el sistema nervioso central, como alteraciones en su desarrollo psicomotriz, problemas músculo-esqueléticos o cutáneos, traumas psicológicos, o trastornos neurológicos a consecuencia de traumatismos medulares.

miércoles, 21 de febrero de 2018

EMERGENCIA



Ante una emergencia hay que:
-Tratar de mantener la calma. Protegerse y proteger al accidentado, solicitar ayuda al 112 y socorrer a la persona herida.
-Comprobar que la escena donde esta el paciente es segura. Ser consciente del peligro y esperar a los equipos de rescate, si es necesario.
-En caso de accidente de tráfico utilizar prendas reflectantes, y seguir las indicaciones descritas en Prevención y actuación en accidentes de tráfico.
Qué NO hacer:
-Tener una “visión en túnel”, focalizar la atención a lo más evidente dejando a otros paciente o situaciones sin atender.
-Actuar si no está seguro o no tiene claro lo que puede hacer. No actúe si no sabe como proceder.
-Arriesgar su vida en caso de peligro.
-Administrar medicación que no corresponda al paciente.



domingo, 11 de febrero de 2018

Posición lateral de Seguridad

Esta es una posición que puede salvar la vida de una víctima inconsciente que respira, ya que evita la asfixia por aspiración en caso de vómito, y sirve para prevenir que la lengua obstruya la vía aérea.

Hay que tener en cuenta:
La PLS debe ser una una posición estable, de forma que, al ir a buscar ayuda, la víctima no se gire y quede boca arriba.
En embarazadas es mejor colocar del lado izquierdo.
Debe vigilarse que se mantiene abierta la vía aérea.
Para realizarla, según la European Resuscitation Council, se deben seguir los siguientes pasos:
  • Primero debemos comprobar que la víctima está inconsciente y que respira.
  • Quitarle las gafas, arrodillarse a su lado y comprobar que tiene ambas piernas estiradas.
  • Colocar el brazo más cercano al reanimador formando un ángulo recto con el cuerpo de la víctima, con el codo doblado y con la palma de la mano hacia arriba.


Fuente European Resuscitation Council

  • Poner el brazo más lejano sobre el tórax, y el dorso de la mano contra la mejilla de la víctima que esté más cercana a usted.
    Fuente European Resuscitation Council
  • Con la otra mano, agarrar la pierna más alejada justo por encima de la rodilla y tirar de ella hacia arriba, manteniendo el pie en el suelo.
  • Manteniendo la mano de la víctima contra la mejilla, tirar de la pierna más lejana hacia usted para girar a la víctima sobre un lado.
  • Ajustar la pierna superior de manera que tanto la cadera como la rodilla estén dobladas en ángulo recto.
  • Inclinar la cabeza hacia atrás para asegurarse que la vía aérea permanece abierta.
  • Acomodar la mano bajo la mejilla, si es necesario, para mantener la inclinación de la cabeza.
    Fuente European Resuscitation Council
  • Comprobar la respiración con regularidad.
Es muy importante actuar con cuidado evitando cualquier presión sobre el tórax que dificulte la respiración e intentando no agravar otras lesiones.
Si la víctima debe permanecer en esta posición durante más de 30 minutos, es conveniente girarla al lado opuesto para aliviar la presión en el antebrazo.
Si es un bebé deberemos acunarle en brazos con la cabeza inclinada hacia abajo para evitar que se atragante con la lengua o aspire el vómito y controlaremos los signos vitales (conciencia, respiración y pulso) hasta que llegue la asistencia médica.